Los elementos anteriormente citados, el río Jerte y la "Vía de la Plata", han influido en el desarrollo histórico de dicho pueblo.
La Calzada Romana de la Plata unía dos localidades importantes del Imperio Romano. J. M. Roldán nos describe perfectamente el tramo que discurre por Extremadura en su obra "Iter ab Emerita Asturicum"
MILIARIO ROMANO EN CARCABOSO
"-Iter ab Emerita Asturicum (De Mérida a Astorga). Es el conocido popularmente como "Ruta de la Plata". Después de salir de Mérida permanece un buen trecho paralelo a la Nacional 630, encaminándose luego al valle del río Aljucén, que pasa por un puente recientemente identificado, dirigiéndose hacia el cruce de "Las Herrerías" y la mansio "ad Sorores" (Santiago de Bencáliz). De aquí, y por el Puerto del Trasquilón, llegaba a "Castra Caecilia", dejando a un lado Norba, desde donde se dirige al Tajo, y después vadearlo a las mansiones de "Turmulos" y "Rusticiana" (¿Galisteo?) y, pasando Cañaveral y el Puerto de los Castaños, a Cáparra y "Caecilius Vicus", encaminándose luego hacia la provincia de Salamanca. "(1)
ARCO ROMANO DE CÁPARRA
Dando un salto en el tiempo, y fijándonos en la época de la Reconquista, podemos indicar que la Vía de la Plata sirvió de frontera política entre los reinos de Castilla y de León.
"El reino de León se dividía del de Castilla, como don Alonso el emperador, abuelo del rey don Alonso, fundador de Plasencia, le dividió a sus dos hijos don Sancho y don Fernando, como lo refiere el arzobispo de Toledo don Rodrigo, libro VII, capítulo 7.
Dio al mayor de sus hijos don Sancho a Castilla hasta Sahagún; también a Medina, Arévalo y toda la tierra de Ávila y Toledo, hasta la calzada que era camino real de los romanos, que viene desde Salamanca y atraviesa Extremadura; Inde sicut dividit calciata, quae dicitur de Guinea; et in Asturiis, sicut dividit ripa Ove, residuum versus mare; et Portugaliam dedit minori filio Ferdinando.
(Traducción: " Según la divisoria de la calzada que se llama de Guinea; y en Asturias, según la divisoria del río Ove, hasta la parte del mar; y dio Portugal a Fernando, su hijo menor")
De suerte que Coria, Badajoz, Ciudad-Rodrigo, Salamanca, Zamora, Toro, etc. y toda Galicia pertenecían al reino de León; Plasencia, Béjar, Trujillo y Medellín a Castilla.
Vienen reunidos ambos reinos desde el rey don Fernando el Santo. "(2)
Dicha calzada sería igualmente la línea divisoria de los territorios abarcados por las diócesis cacereñas: las tierras del Reino de León fueron adjudicadas a la diócesis de Coria y las del Reino de Castilla a la de Plasencia, perdurando dicha división como reliquia de un histórico pasado.
En cuanto al río Jerte, principal abastecedor de aguas de la población, podemos indicar que nace en Tornavacas, riega el hermoso valle de su nombre y, tras cruzar la ciudad de Plasencia, visita a este pueblo bordeándolo por su zona oriental, para después, y tras recorrer los términos municipales de Aldehuela del Jerte y Galisteo, tributar sus aguas al caudaloso Alagón.
Varias descripciones existen sobre el río Jerte, vamos a destacar entre ellas las dos que a continuación se exponen:
La primera de ella nos la proporciona el médico plancentino Luis de Toro, y la he extraído del libro "Plasencia y su entorno" publicado por el C.E.P de Plasencia, cuyos autores, a su vez, la han tomado del trabajo de Marcelino Sayans titulado "La obra de Luis de Toro, físico y médico de Plasencia del S. XVI". La descripción es la siguiente:
"También es cierto que nuestra "pars prima", como dice Hipócrates, es salubérrima. El otoño, malsano. El verano especialmente enfermizo y expuesto a fiebres tercianas, fiebres que sobrevienen de la pobredumbre de los humores de tal manera que todos los años se cierne sobre la Ciudad de Plasencia una epidemia febril, que entorpece grandemente nuestros trabajos, ya que muy pocos se escapan de ella./f44/: las gentes que proceden de las regiones frías, son atacadas más que otras por ellas, poniendo en grave peligro su vida=in mortis adigantur discrimen=.
De las causas de estas epidemias alegó razones claras.
Primero, que el lugar donde está la Ciudad es cálido y húmedo;/segundo/, que el río no corre por todos los sitios durante el verano, sino que permanece estancado alrededor / de la ciudad/. Tercero, que está expuesta al viento del sur y a los ardores solares, lo cual determina un aire ardiente, craso y caliginoso en esta época.
Llegan al Jerte, por este tiempo, aguas viciadas accidentalmente. Como corre poca agua y ésta no totalmente limpia o pura, por la perturbación y el chapoteo de muchos animales como bueyes, cerdos, machos cabríos, cabras y asnos que merodean por todo el término del valle, no se puede evitar que el agua llegue a nosotros impura y muy nociva". (3)
Como podemos observar, la descripción que del Jerte nos proporciona Luis de Toro está realizada desde una óptica sanitaria, considerando al río como un foco de infección que provocaba enfermedades muy comunes en aquella época como eran las fiebres tercianas.
Pascual Madoz, en su "Diccionario Geográfico, Estadístico e Histórico de España y sus posesiones de Ultramar" nos facilita otra descripción del Jerte. Ésta tiene una óptica distinta de la anterior, y más interesante desde el punto de vista desde el cual está enfocado este trabajo. Así nos describe el río Pascual Madoz;
"Jerte (río)
Río, en la provincia de Cáceres. Se forma de las vertientes y licuación de las nieves de las sierras y puerto de Tornavacas, en el partido judicial de Jarandilla, en una garganta que atraviesa las calles de aquel pueblo en dirección norte a sur, reuniéndosele poco después la garganta del Cubo, que igualmente atraviesa el pueblo en la misma dirección; la Serrada, que viene de este a oeste; la de San Martín, con el mismo rumbo; y la de Beceda, de norte a sur. Con este caudal entra en el término de la villa de Jerte, en el cual le contribuyen las gargantas del Pinar y la de los Tres Cerros, con otras de menos nombre. Baja después a Cabezuela, Navaconcejo y Asperilla, cuyos pueblos se hallan a su margen izquierda y tocando sus aguas, quedando a mucha mayor distancia los de Valdestillas y Casas del Castañar; y a la derecha, también bastante separado (legua y media), el lugar del Torno. En este transito se le reúnen las gargantas de todas las sierras que forman el valle de Plasencia, por cuyo centro pasa el río, siendo de las más notables las llamadas de Purias, Gargantillas y los Pardos. En tales términos y presentando una corriente regular, se desliza por las hermosas vegas de la ciudad de Plasencia; se acerca a sus murallas, que rodea por los lados este, sur y oeste, en cuya dirección corre hasta la dehesa de Palacios, entra en los términos de Carcaboso, la Aldehuela y Galisteo, cuyos pueblos se hallan a sus márgenes, los dos primeros a la derecha y el último a la izquierda y a un cuarto de legua, confluye en el Alagón, perdiendo su nombre después de catorce leguas de curso." (4).
La descripción que acabamos de reproducir data del año 1850.
Como hemos dicho elementos, La Vía de la Plata y el Jerte, constituyen dos pilares importante en la historia de Carcaboso y a ellos haremos referencia a lo largo del presente trabajo.
- Texto extraído de la obra "Plasencia y su entorno" editada por el Centro de Profesores de Plasencia en el año 1989 y realizada por un Equipo de Profesores de la zona. Pág.15. Los autores a su vez lo han tomado de la obra "Iter ab Emerita Asturicum" Salamanca-1971, cuyo autor es el citado J.M. Roldán.
- Texto extraído de la obra de Domíngo Sánchez Loro "Historias placentinas inéditas" Volumen A. Pág. 67. Ed. Intitución Cultural "Brocense". Cáceres 1982.
- Texto extraído de la obra "Plasencia y su entorno" Editada por el Centro de Profesores de Plasencia. Pág. 85. Sus autores a su vez lo han extraído de la obra de M. Sayans Castaño "La obra de Luis de Toro, físico y médico de Plasencia del s. XVI. Plasencia 1961.
- Texto extraído del "Diccionario Geográfico, Estadístico e Histórico de España y sus posesiones de Ultramar" de Pascual Madoz. Madrid 1850.